Fuente: La Voz de Galicia (04 may 2022) LUCÍA BLANCO
El IES pide un cambio normativo para las zonas menos pobladas y el comercio local cerró para apoyarlo
Este martes, decenas de vecinos de Becerreá se manifestaron por las calles de la localidad para protestar por la escasa oferta de asignaturas optativas ofrecidas en el instituto, a los que se unieron los comercios de la zona que cerraron como apoyo. La movilización, iniciativa del Anpa del centro, arrancó desde el IES y contó con el apoyo de Fapacel y de Anpas Galegas.
Con este acto, la comunidad educativa quiso continuar las movilizaciones que llevan celebrando desde el pasado 26 de octubre, cuando se suprimió la posibilidad de impartir la asignatura de francés al no cumplir los ratios mínimos de alumnos. La reivindicación clave en sus protestas es un cambio de modelo educativo en el rural o, por lo menos, «un que se adapte ás condicións destas zonas menos poboadas», señala Isabel Calvete, presidenta de Fapacel.
De acuerdo con la normativa aplicada por la Consellería de Educación desde el 30 de junio de 2021, se impide impartir materias que no lleguen al mínimo de 5 alumnos. Esta norma, discriminatoria con los pequeños centros educativos del rural, provoca una desigualdad para el alumnado de estas zonas . Una vez que finalizan sus estudios obligatorios, la problemática se mantiene ya que ven limitado la posibilidad de escoger modalidad cuando cursan Bachiller.
El instituto es un centro de referencia en la montaña rural, pues el único de la comarca de Os Ancares que ofrece Bachiller. Por lo tanto, es un servicio del que se benefician «cinco concellos, Becerreá, As Nogais, Pedrafita, Cervantes e Navia, máis outros concellos próximos como son Baralla e Castroverde», destaca Fernanda Follana, profesora en el IES. Por este motivo, cuentan con el apoyo de toda la comunidad educativa de estos municipios para los que el instituto se convierte en centro de referencia una vez que el alumnado finaliza la ESO.
Igualdad en la educación
El equipo docente del centro lo tiene claro: «É necesario ofrecer unha optatividade con independencia do número de alumnos que poida haber nun ano concreto», señala Follana. De esta manera, se mantiene la igualdad de servicios en los centros rurales. «A educación é un servizo necesario e o bachalerato, aínda que non sexa ensino obrigatorio, é vital para garantir a igualdade deste alumnado do rural con relación a outra xente da cidade»
Como consecuencia de la falta de servicios en estos centros, entra en juego el despoblamiento en el rural lucense. «Se non temos optativas os nenos teñen que marchar si ou si, non podes estar condicionando o que vaian a estudiar en función do que ofreza o instituto», subraya Calvete.
Aunque en el caso del instituto de Becerreá no se dieron recortes de personal, ya que lo que se limitó fue «a opción da optatividade polo que finalmente merma o dereito dos alumnos», destaca Fernanda Follana, los recortes sí que se producen en otros centros del rural. Es el caso de Cervantes donde el curso pasado no se cubrió una plaza de profesora de infantil, una problemática que se acrecenta este curso en el que perdieron a una profesora de primaria y en el que «non temos garantía de ter a estas mestras o curso que vén», cuenta Isabel Calvete. Exigen que se garantice la formación del alumnado matriculado en estas zonas en las que «non temos realmente servizos, temos cursos agrupados», concluye.