El aguardiente Gota a gota de la firma becerrense Tiempo y Paciencia se sirve en algunos de los mejores restaurantes de España, como en los exclusivos Martín Berasategui, en Lasarte, y Akelarre, en San Sebastián, que se encuentran entre los siete del país con tres estrellas Michelín; en el Andra Mari, también en San Sebastián, con una estrella Michelín; o en el del televisivo Karlos Arguiñano, en Zarautz.
Fuente: 03/03/2013 La Voz de Galicia
Un curriculum brillante que se completa con dos medallas de oro, concedidas por el Aula Internacional de Catadores (Aulicat) en el 2011, y el lujo de haber estado en la carta del Bulli, justo antes de su cierre. El mismo Ferrán Centelles, sumiller del prestigioso restaurante en sus últimos diez años y campeón de España, telefoneó a Tiempo y paciencia para felicitarles en persona por los orujos. «Les habíamos mandado una prueba; no me lo podía creer. Sin duda ha sido la mayor satisfacción que hemos recibido», recuerda Ana Isabel Fernández-Pacheco Acosta, máxima responsable y creadora de la empresa de aguardientes de Becerreá.
Alquitaras tradicionales
Para Fernández-Pacheco el secreto del éxito de los orujos Gota a gota está en «la calidad», y por eso, dice, «allá donde llegan, gustan». La empresaria de Fuencarral se enamoró de la montaña de Lugo haciendo el Camino y, siendo nueva en el sector, cuando puso en marcha el proyecto hace seis años tuvo que formarse de forma autodidacta, pero con la idea clara de elaborar aguardientes gallegos de calidad utilizando un método tradicional.
«Destilamos bagazo de uva mencía y godello en cuatro alquitaras de cobre hechas artesanalmente a las que imprimimos calor directo»: Fernández-Pacheco explica que no utilizan alcoholes neutros, diferencia entre los aguardientes tradicionales y los industriales; estos últimos suponen un 80% del mercado. «El destilado tradicional del bagazo justifica que nuestro orujo sea más caro, pero es un producto natural», matiza. La procedencia de la uva, de las comarcas cercanas de Valdeorras y Ribeira Sacra sitúa a Gota a gota dentro el Consello Regulador de Orujo de Galicia.
El aguardiente destilado en las alquitaras se vende, tras rigurosos análisis para controlar los niveles de metanol y cobre, como orujo blanco y sirve de base para la elaboración de los licores de hierbas y de café. «Utilizamos 25 tipos de hierbas y granos de café arábiga natural que maceran durante 60 días en los depósitos», concluye Fernández-Pacheco.
Ella misma y la trabajadora de la destilería, Marisa Vázquez, cuidan con celo todo el proceso de elaboración antes de introducir el aguardiente en botellas de diseño italiano que permiten identificar la marca. El resultado: «Uno de los mejores orujos que probé jamás, muy meloso, sinónimo de calidad. En la nariz recuerda a las mejores grappas italianas, el primer trago es muy afrutado y al ser goloso no parece tan alcohólico.
Tienen una persistencia larguísima en la boca, otra característica de que está muy bien elaborado», escribe el experto David de Jorge para el diario vasco El Correo.