Las campanas de la iglesia sonarán para alertar a los vecinos si llegan las fuerzas del orden para derribar la vivienda de Lamas
Fuente: La Voz de Galicia (18/01/2013)
Todos a una como en Fuenteovejuna. Así están los vecinos de Becerreá ante el drama que están viviendo José Luis Díaz, de Lamas, y su familia, a quienes la Xunta pretende derribar la vivienda y cumplir así la orden judicial. A las ocho y media de la mañana se concentraron ante la casa de José Luis decenas de vecinos porque esperaban que, por tercer día consecutivo, apareciesen las fuerzas del orden para proceder al derribo. No fue así. Pero los vecinos no las tienen todas consigo, así que siguen haciendo guardia junto a José Luis, que tiene el corazón en un puño: «Teñen un prazo de 35 días para executar a demolición, senón teñen que pedir outra, e van sete días, así que aínda me queda moito para estar tranquilo», explicó ayer el dueño.
Los ciudadanos están poniendo todo de su parte para que el derribo no pueda efectuarse. Además de las guardias, han tupido con vehículos -turismos y maquinaria pesada- los dos accesos a la casa. «Polo menos se nos pillan desprevidos non lles vai ser tan fácil chegar e así gañamos tempo», comentaba un vecino. Por otro lado, desde ahora si alguien ve llegar a las fuerzas del orden para derribar la casa debe avisar a un vecino que tocará las campanas de la iglesia para que todo Becerreá suba a apoyar a José Luis.