Hace más de una década se comenzó a pedir su máxima protección, como BIC; pero ahora el Ministerio de Cultura tendrá que posicionarse ante una propuesta del BNG
FOUENTE: SUSO VARELA / LA VOZ 14/02/2021
La petición para que el puente de Cruzul, uno de los hitos de la red viaria española y un bien único en Galicia, se convierta en Bien de Interés Cultural (BIC) va camino de ser un culebrón entre Administraciones, pero quizás a base de pedir y reclamar, se abre ahora una puerta esperanza. El diputado del BNG en el Congreso, Néstor Rego, forzará en la Comisión de Cultura el debate para lograr que se reconozca este paso histórico del Camino Real como BIC.
En el año 2009, el Concello de Becerreá fue el primer organismo que hizo la petición formal, y en el 2015 lo hizo el Colectivo Patrimonio dos Ancares, pero en ambas ocasiones los papeles, con los informes históricos, tuvieron respuesta negativa ya que no era la Xunta, a pesar de tener las competencias en patrimonio, quien debía resolver el expediente, sino el Gobierno, al ser un paso que pertenece a una vía de la Red de Carreteras del Estado. Pero como la Ley del Patrimonio Histórico Español de 1985 impide pedir en tres años una nueva petición de BIC, en octubre del 2019, el citado colectivo, presentó un nuevo informe, pero en esta ocasión, ante la Dirección General de Bellas Artes, del Ministerio de Cultura. Ahora, en el 2021, el diputado nacionalista señala que como el colectivo ancarino no recibió respuesta, su formación lleva el asunto a debate en el Congreso y forzar así un posicionamiento político.
«En los últimos años, vecinos y asociaciones vienen denunciando públicamente el estado de abandono y deterioro del bien debido a la inexistencia de las necesarias obras de restauración, por lo que urge la incoación del expediente de Bien de Interés Cultural como única garantía de salvaguardia de uno de los monumentos más emblemáticos del Concello de Becerreá», señala la propuesta de debate. Características del puenteSe trata de un puente situado en la parroquia de Cruzul en Becerreá (Lugo) a la altura del km 465 de la antigua N-VI, por lo que su titularidad corresponde al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Construido para salvar el desnivel del Río Cruzul o Narón, tributario del Navia, se mantuvo en uso hasta finales de los años 60 del pasado siglo XX, formando parte de la N-VI, pero dejando de utilizarse a partir de la construcción de un nuevo puente que supuso el desvío de la carretera nacional, motivo por el que en la actualidad solo es frecuentado por el tráfico local.
Es una construcción típica de los puentes del siglo XVIII que presenta tres arcos semicirculares de 12 metros de diámetro realizados con dovelas uniformes de piedra calcárea, material que también se emplea en el resto del puente. Consta de dos pilares centrales de sección rectangular de 4 por 8,5 metros que rematan en una imposta de la que arrancan dos arcos. Una segunda imposta se encarga de marcar el perfil de la calzada. En los extremos hay unos monolitos rematados en un cuerpo de forma piramidal que imitan a los leguarios, conocidos vulgarmente como picudos, que fueron colocados en el camino en 1767, conservándose hoy tres de los cuatro originales. En el centro hay también un frontón, coronado con una pirámide de base rectangular, que poseía una inscripción, perdida en la actualidad que hacía alusión probablemente, a la construcción del puente. El nacionalista Néstor Rego explica que el puente se encuentra actualmente en un claro estado de deterioro debido a la falta de las necesarias obras de conservación, además de estar invadido por la maleza y la vegetación. Y recuerda que a favor de la protección de este bien puede también argumentarse su ubicación dentro de un espacio natural adscrito a la Red Natura 2000 y que además cuenta con una Zona de Especial Conservación (ZEC) y un Lugar de Interés Comunitario (LIC), por lo que la declaración como BIC del puente redundaría en beneficio del conjunto de la comarca. Cerca de esta infraestructura se encuentra el llamado Aciñeiral de Cruzul, encinar mediterráneo enclavado en zona atlántica y asociada al sustrato rocoso calizo, además de un bosque de castaños a los que se suman otras especies autóctonas en la parte superior de las laderas. «El puente, de incuestionable valor arquitectónico, contribuye, al fusionarse con el paisaje, a dotar a esta zona de un gran valor histórico y ecológico», relata Rego, quien además, recuerda al Ministerio de Cultura que en sus inmediaciones se encuentran varios bienes catalogados por la Xunta, como las Cuevas paleolíticas de Valdavara, el castro galaico-romano de Vilar de Ousón, la Casa-Torre de Cruzul y un molino de agua.
En conclusión, el puente de Cruzul, expone Rego, es uno de los bienes patrimoniales más destacados, de Os Ancares, y único de la provincia de Lugo vinculado al período Neoclásico, «ejemplo de la ingeniería de la época que a lo largo de más de doscientos años actuó como una de las infraestructuras principales en la red viaria que comunicaba la Meseta con Lugo y Galicia». Por ello, pide al Gobierno que estudie la necesidad de otorgarle la distinción como BIC «porque implicaría, además de su protección y conservación, una mayor divulgación, lo que supondría un aliciente más para promover el turismo en la zona y ayudar a frenar el despoblamiento». Los franceses lo quisieron volar ante el paso de las tropas de John MooreEl puente de Cruzul es el único de la provincia de Lugo vinculado al período Neoclásico, pudiendo considerarse como la primera infraestructura de la ingeniería civil moderna, de vital importancia para las comunicaciones de la provincia de Lugo con la Meseta. Es un ejemplo de obra civil proyectada por el ingeniero Carlos Lemaur, que había sido nombrado por el Marqués de la Ensenada como director de obras del Camino Real entre Benavente y A Coruña, en sustitución del ingeniero José Crame. Construido por sus sucesores, Balthasar Ricaud y Bartolomé Amphoux, el puente de Cruzul pertenecía al Camino Real de acceso a Galicia, importante obra de ingeniería desarrollada durante el reinado de Carlos III, iniciándose las obras entre los años 1776 y 1778, si bien se desconoce cuando terminaron, aunque todos los investigadores concuerdan en que el puente estaría en funcionamiento antes de finalizar el siglo XVIII, ya en el reinado de Carlos IV. Lo que sí está bien documentado es que estaba concluido a principios del año 1809, durante la invasión napoleónica.
Esta infraestructura está ligada a la Guerra de la Independencia (1808-1814), pues aunque en Galicia la ocupación del ejército napoleónico fue breve (menos de un año) debido a la fuerte oposición de la Iglesia, la pequeña nobleza y, sobre todo, del campesinado que, utilizando la estrategia de la guerra de guerrillas, hostigaron desde el primer momento de la invasión a las fuerzas francesas, presión que culminó en los primeros días de junio de 1809 con su derrota. Entre la multitud de episodios de los que el puente fue testigo podemos destacar una escaramuza durante la cual los guerrilleros gallegos se apoderaron de más de mil fusiles que los soldados franceses habían escondido junto al puente, y de los que aún pueden encontrarse restos y ejemplares en la comarca de Os Ancares. También se encuentra documentado entre otros, el enfrentamiento de los vecinos en el puente de Cruzul cuando el general Pedro Caro y Sureda, llamó a la movilización. La importancia histórica de estos hechos se conservó en las tradiciones locales, y hasta finales del siglo pasado era habitual que durante las fiestas de carnaval se reunieran en el puente grupos de vecinos y vecinas vestidos de guerrilleros.
Recuerdos en imágenes«Las imágenes y fotos históricas de los puentes de Os Ancares anteriores a los años 60 del siglo pasado son prácticamente inexistentes, pero esta ausencia se exceptúa el Puente de Cruzul, lo que es prueba de la importancia y prestigio que tenía y aún tiene en la comarca», señala la exposición de motivos presentada por el diputado Néstor Rego.
La primera imagen del puente de Cruzul figura en el libro de Adam Noel «Letter from Portugal and Spain», editado en Londres en el año 1809. En el libro, el general británico sir John Moore relata que al día siguiente de pernoctar en As Nogais, camino de Lugo, llegó al puente de Cruzul donde los franceses preparaban su voladura. Noel hace un dibujo del puente donde figuran cuatro arcos en vez de los tres con los que cuenta en la actualidad, hecho que lleva a la conclusión de que se pudo reconstruir posteriormente, perdiendo uno de sus arcos. Hay que destacar que, como pudo comprobar el mismo Noel, el puente no fue volado, como conjetura algún investigador, por los franceses, lo que hace suponer que la reconstrucción se debió a otras razones. Además se conserva una lámina del siglo XIX en la que se representa la retirada del ejército inglés por el puente de Cruzul, hostigado por los franceses y en el Semanario pintoresco del 21 de abril de 1850 aparece un dibujo del puente de Cruzul.