Fuente: La Voz de Galicia (01/09/2011)
Mañana se disputa la última carrera en Galicia por un trazado lleno de peligros. La Vuelta ciclista a España finalizará mañana su recorrido por Galicia. Lo hará con una salida desde la localidad de Sarria que, en cierto modo, perderá la emoción porque hasta la carretera de Becerreá la competición estará neutralizada. Sin embargo, la emoción irá en aumento a medida que los corredores avancen por el concello de Láncara en dirección Becerreá.
Allí la carretera LU-636 les espera con sinuosas curvas y un asfalto que no será del todo cómodo. Los baches y lo estrecho del trazado pueden convertirse en una complicación para los ciclistas.
La salida de la carrera en Sarria tendrá lugar a la una del mediodía. Sin embargo, desde hoy por la tarde ya estará prohibido el aparcamiento en las calles Benigno Quiroga, Curros Enríquez y Castelao. Una medida que el ayuntamiento ya empezó a comunicar ayer instalando carteles en los coches que están aparcados en el trazado. Luego, mañana, desde las seis de la madrugada, quedará cortado el tráfico en las calles Benigno Quiroga, Castelao, Curros Enríquez, Matías López (hasta Cuatro Caminos), Calvo Sotelo (desde Cuatro Caminos hasta el ambulatorio) y la avenida de Becerreá. En el caso de esta última, el corte de la calle se realizará desde las 12.30 hasta que pasen todos los corredores y coches de los equipos.
Carrera lanzada
A partir de este punto, la carrera dejará de estar neutralizada y los corredores podrán empezar a mostrar sus bazas antes de llegar al Alto de Vilaesteva. Precisamente estos dos puntos, entre el kilómetro 6 de la LU-636 y el 11 es uno de los tramos más recomendados para ver la etapa desde el arcén. Los amplios accesos a la carretera y la zona llana cuentan con espacios idóneos para dejar el coche antes de que los corredores pasen.
Luego, a partir del kilómetro 12 las curvas empiezan a mostrar su agresividad hasta la parroquia de Saa. Allí la carretera se estrecha mucho y es casi imposible encontrar un sitio en el que dejar el coche. Estos problemas para los aficionados se mantendrán hasta el kilómetro 26. En ese lugar un pequeño acceso a una vía secundaria permite observar la vuelta sin preocuparse demasiado por el coche.
De ahí en adelante lo que espera a los ciclistas es una larga bajada en curvas hasta Becerreá. La carretera, además de ser un inconveniente para los espectadores por contar con estrechísimos arcenes, discurre en bajada a los pies de grandes precipicios.
A la entrada de Becerreá, en cambio, hay dos lugares destacados que pueden ser muy recomendables para ver la carrera. El primero de ellos es la entrada al pueblo por la LU-636. El otro está cerca del cruce con la N-VI. Allí, an la calle Feira Vella, hay un amplio parque en escalera que permitirá que un numeroso público vea a los ciclistas. Pero el mejor punto para ver mañana la carrera es la subida hacia el alto do Lago.
Ascenso al alto do Lago
En la LU-P0708 hay varios lugares de aparcamiento durante el ascenso que, además de ofrecer un paisaje magnífico, permiten ver a los ciclistas mientras hacen el esfuerzo de la subida.
A partir de ese punto, en cambio, la carretera vuelve a estrecharse hacia Navia de Suarna. Este pueblo lucense será el último de los lugares de la provincia que ofrezca espacios seguros en los que ver la competeición.