Fuente: UXÍA CARRERA / LA VOZ - 2/12/2021
Cientos de vecinos y trabajadores del Grupo de Emergencias Supramunicipal de toda Galicia se manifestaron antes de la reunión de negociación con el alcalde Manuel Martínez
Apoyo multitudinario a un «servizo esencial do rural». Alrededor de un centenar de personas se manifestó este jueves en el Concello de Becerreá para reclamar una solución al ERE de los 11 trabajadores del Grupo de Emergencias Supramunicipal (GES) declarado por el alcalde de este municipio, Manuel Martínez. La protesta fue previa a la negociación que sindicatos y empleados mantuvieron con el regidor y estuvo protagonizada por gritos pidiendo su dimisión por «cacique».
Vecinos de la montaña, representantes políticos del PSdeG, el BNG y de Vox, figuras como la presidenta del ANPA del instituto de la localidad o compañeros de los grupos de emergencias de toda Galicia acompañaron a los trabajadores de Becerreá, que se quedarían sin su trabajo a partir del 1 de enero. La justificación del ERE fueron «razones organizativas» y de «reestructuración» ya que «case o 50 % da plantilla do Concello pertence ao GES». Los sindicatos no consideran a estas razones «consistentes» ni «con sentido», ya que el concello lleva ocho años siendo sede del grupo de emergencias «a un coste económico case cero». Para los sindicatos y los trabajadores la decisión del regidor es un «capricho» y una «vinganza persoal» de índole laboral contra los empleados de emergencias por haber reclamado sus derechos. Los empleados de Becerreá demandaron en varias ocasiones no tener los medios suficientes para sus tareas «coma roupa adecuada para os incendios» y también la temporalidad de sus contratos, que consiguieron hacerlos indefinidos no fijos a través de la justicia, tal y como explicó el presidente de la Asociación de GES de Galicia, Miguel Barros. «Lonxe de ser un servizo eficaz, os GES son os rapaces para todo», sentenció. El presidente también recordó que el grupo de emergencias de A Fonsagrada desapareció en el 2015 y que posteriormente se iba a crear en Baleira. Ahora cuenta para la Xunta teóricamente, pero todavía no existe.
Los manifestantes señalaron como claro culpable a Manuel Martínez, aunque también pidieron que la Diputación de Lugo «tome cartas no asunto». Media hora antes de la reunión con el alcalde, trabajadores afectados y vecinos se adentraron en el edificio consistorial hasta la puerta del despacho del regidor a gritos de «dimisión». Pese a los reclamos de los asistentes, Martínez no salió de su sala hasta la hora de la negociación, acompañado por la Guardia Civil.
Mesa de negociación
El representante del GES de Becerreá que estuvo en la reunión, Víctor Vázquez, explicó que «non hai lugar para negociación» y que el alcalde tiene claro que va a rescindir los contratos. El regidor Manuel Martínez, por su parte, declaró que la reunión había ido bien. En los últimos días se juntó con el resto de regidores de la comarca para intentar traspasar la plantilla del grupo de emergencias y también se lo trasladará a la Xunta y la Diputación. «Polo momento só contestou o alcalde de As Nogais dicindo que non, o resto non contestaron», aclaró Víctor Vázquez. El empleado de emergencias reiteró que si no hay una solución «non queda outra que ir á xustiza» y pedir la nulidad del ERE. El próximo día 9 de diciembre volverá haber otra mesa de negociación y el alcalde espera que aparezca algún Concello interesado.
Otro golpe para el rural
Para los vecinos de la montaña lucense, la supresión del GES supone «quedar desprotexidos» porque «cando hai un accidente ou un incendio nunha casa, son eles os que veñen». A partir de enero, los bomberos de Sarria tendrán que actuar hasta una hora después de una emergencia por la larga distancia entre su sede y los concellos de la montaña. Además, para los habitantes de Os Ancares supone «outro servizo máis que perde o rural», que en las últimas semanas se une a la supresión de asignaturas con menos de cinco alumnos en el IES de Becerreá. Aparte de los 11 trabajadores, y sus familias, que sufren el despido, los vecinos temen que las prestaciones públicas no paren de desaparecer. Víctor Vázquez aseguró que «non nos imos rendir» porque lucharán porque «a xente se sinta protexida» y para evitar que una vez se marche este servicio, se marchen todos los demás.