El local fue un lugar de culto durante los años 80 y 90, cuando la villa aglutinaba gran parte de la movida de la comarca. Las reacondicionadas instalaciones se inauguran este sábado para dar una alternativa de ocio en Navidades y otras fechas señaladas
FONTE: EL PROGRESO Arturo Reboredo 20/dic/24
El 17 noviembre de 1988 abría en Becerreá la discoteca Jaguar, que con el tiempo se acabó convirtiendo en un lugar icónico y punto de encuentro de cientos de jóvenes de la comarca.
Ahora, 36 años después de aquella primera inauguración y tras permanecer cerrada durante dos décadas —desde 2003—, la música volverá a sonar en este local, para satisfacción de los más nostálgicos.
La Jaguar está ubicada en el complejo Rivera, uno de los negocios míticos de Becerreá, que incluye un hostal con 50 plazas, salones para banquetes y servicio de bar.
El establecimiento, impulsado por Suso López y su esposa Julia, se inauguró en junio de 1968. En la actualidad, es la hija de este matrimonio, Mari Carmen, la que gestiona la parte de hostal y restauración, mientras que su hermano Suso fue el que, en su día, cuando solo tenía 18 años, abrió la Jaguar.
El espíritu emprendedor de Suso, que al igual que toda la familia es más conocido por Rivera, lo llevó a comprar en 1991 otra de las discotecas que había en Becerreá —la Universo— para abrir la Jaguar II, "que tiña capacidade ata para 1.200 persoas e na que lograbamos encher todo o aforo varias veces ao ano, sobre todo, as fins de semana ou os días de feira".
Cuando la despoblación y los cambios de gustos de los jóvenes hicieron decaer el ocio nocturno en Becerreá, Suso abrió en Lugo otro local muy conocido, el pub Morrigan, que continúa funcionando con éxito en la Avenida de Madrid, mientras mantenía la Jaguar II, que cerró definitivamente en 2018.
Ahora, junto a su sobrino José Reimóndez, que lleva la discoteca móvil DBC, han decidido reabrir la Jaguar, que nace con el objetivo "de complementar a oferta do complexo Rivera, polo que a discoteca unicamente abrirá en datas moi sinaladas, como o Nadal, ou cando no restaurante se atenda algún banquete e os asistentes queiran seguir a festa nun local ben acondicionado e con boa música", explica Suso.
Unos tiempos de la movida que es difícil que vuelvan
Suso López es consciente de que aquellos tiempos en los que Becerreá era punto de encuentro de jóvenes de todos los municipios de A Montaña y de El Bierzo "é difícil que volvan".
"O despoboamento castigou duramente a comarca nestes últimos anos", explica el empresario. No obstante, sabe que la Jaguar puede satisfacer las necesidades de muchos de los clientes de la zona que buscan una alternativa de ocio, aunque para ello es necesario adaptarse a los actuales tiempos, "desde logo non van ser, nin de lonxe, aqueles cheos históricos dos 90, polo que agora todo estará máis enfocado a darlle ao cliente un servizo de máis calidade".
Cuando la villa era un referente del ocio nocturno
Durante los años 80 y 90, el ocio nocturno vivió su época de apogeo en Becerreá, en donde llegaron a convivir tres discotecas y una decena de pubs, de los que hoy apenas subsiste uno.
El ambiente comenzó a decaer en la década de los 2000, a causa de la caída demográfica.