Fuente: La Voz de Galicia (30/08/2012)
«Eu penso que agora aguanta un tremor de 5 ou 6», dice el cura Dicen algunos feligreses que don Ángel, el cura de Becerreá, está como un niño con zapatos nuevos. Tiene una iglesia que no es del trinque, pero casi. Costó muchos sudores, y sobre todo muchos euros, acabar su profundo lavado de cara. Si Nemesio Cobreros, el arquitecto que la diseñó levantara la cabeza, seguro que estaría satisfecho. El sacerdote, desde luego, está orgulloso: «Se antes era acolledora e agradable, ahora é moito máis. Ben vale a pena unha visita». |
El terremoto de hace una década tuvo en la iglesia el mismo efecto que un infarto en un corazón humano. Quedó dañada por multitud de sitios, resquebrajada... Sin embargo aguantó. Ahora, después de esta profunda reforma y de las medidas adoptadas, se convierte en lo que podría ser la primera iglesia anti terremotos de Galicia. Desde luego no podía pensarse más que en reforzar todo lo reforzable, teniendo en cuenta que se encuentra en el centro del denominado triángulo sísmico. «Eu penso que agora aínda que veña un de cinco ou seis, Deus queira que non, ven aguanta», comentó Ángel Castro, el responsable del templo.
El cura, todo hay que decirlo, puso en la reparación de la iglesia alma, corazón y vida. Fueron varios años de obras no exentos de contratiempos pero, al final, casi todo está acabado. «Quedan algúns detalles, pero dado o abultado do presuposto hai que ir pouco a pouco», advirtió el sacerdote que incluso llegó a poner de sus ahorros para hacer frente a los múltiples gastos.
«Non se pode nin imaxinar as medidas de seguridade que houbo que adoptar. Tivemos que colocar reforzos por moitos sitios», recordó Ángel. Por momentos hubo instalados más de cien puntales y andamios con un peso total superior a las 20 toneladas. Incluso la edificación llegó a ser cubierta con una red. Parecía una obra del artista Christo.