Fuente: La Voz de Galicia (21/7/2011)
El empresario del sector de la construcción y portavoz del PP en la corporación municipal de Becerreá, Antonio González Madarro, consiguió que fuesen regularizadas tres instalaciones industriales de su propiedad que estaban en suelo clasificado como rústico de protección agropecuaria. En los tres casos el motivo fue haber transcurrido seis años sin que el Concello hubiese adoptado ninguna medida dirigida a la restauración de la legalidad urbanística.