Fuente: La Voz de Galicia (01/04/2012)
La mayor parte de la gente que abandonó el campo se fue a la emigración, pero hubo quien se limitó a cambiar de profesión, quedándose en la capital de la provincia o en la cabecera del municipio. Esta última fue la opción elegida por Jorge Vilares Pérez, que renunció a seguir con el oficio del padre, agricultor y ganadero en Ouselle, y montó un taller mecánico en Becerreá. |