Becerreá celebró la inauguración del Bar Vilela, antigua Galaica, unos 35 años después de que Antonio y Amparo echaran el cerrojo de aquel bar histórico, por jubilación. «Cerró por el año 79 o 80», afirma Víctor Reimóndez Dobao, Vituco, propietario del edificio, quien lo recuerda como el lugar donde se jugaban las partidas de sobremesa.